domingo, 11 de julio de 2010

RECALENTADO MUNDIALISTA.


Como todo freak de los movimientos sociales, he seguido y pensado en todo ese asunto de la final de la Copa del Mundo de la FIFA, y por momentos no puedo evitar esbozar una sonrisa cuando leo estados del FB y de otras redes sociales, donde muchos chapines se arremeten de manera muy absurda respecto a qué equipo es, o fue mejor durante el partido, cuando la respuesta es obvia: ganó el que anotó. Punto. Sin embargo, este asunto no es el que inspira este post, porque todos sabemos muy bien que, los guatemaltecos en malentendidos, alienaciones y malinchismos nos llevamos el primer lugar.

Permítanme confesarles que, a este entrometido le gusta revolver las cosas, así que, por cuestiones fuera de las deportivas, he visto todo este asunto como una ironía de la historia consistente en que, dos de los mayores pueblos explotadores de la raza humana durante la época colonial, se han enfrentado en el continente más explotado de todos, en un evento deportivo que inspira y ve gran parte de la humanidad “libre” de este siglo. Este partido Holanda-España debería resultar, teniendo una memoria y conciencia histórica, tan “interesante” como ver en unos 50 años una final del Mundial, Estados Unidos-Israel jugado en cancha palestina o iraquí. Si todos los que hoy tanto peleamos respecto a qué equipo fue mejor ¿a quién le iríamos en esa final hipotética?, tomando en cuenta por supuesto, que estos equipos también contarían entre sus filas con “jugadorazos”.

Todo acontecimiento que interese a una gran parte de la humanidad (incluyendo facebookeros), por más insignificante o inocente que parezca, además del regocijo y preferencias personales que pueda provocar, regocijo del que no se escapa nadie por ser algo muy humano, debe ser sometido al juicio histórico y social.

¡Qué viva el football!, en hora buena, así que aunque suene a canción de Navidad espero que este Mundial traiga como consecuencia más deportistas y concordia entre los humanos, y de colada, que se convierta en un parte aguas para los guatemaltecos futboleros en el sentido de comenzar a abrir espacios sanos para el debate de cosas de mayor importancia para el país.