Tal vez esto parezca un poco trillado pero quiero preguntar si ustedes se recordaron que el día de ayer 12 de octubre se conmemoró el “Día de la Raza” o “Día de la Hispanidad”, festividad que tuvo su origen hace sapotocientos años, con ocasión de que Cristóbal Colón con sus tres famosas carabelas (calaveras para muchos cientos de miles sino es que millones de nativos americanos que murieron durante la época de la colonia) vino a “descubrir” las tierras americanas.
Hago un poco de historia, hace quinientos y pico de años, Cristóbal Colón desembarcó junto con su tripulación de bandoleros, granujas y mujeres que comprenden la soledad ajena, en las Bahamas y con soberana prepotencia (casi genética de la mayoría deespañoles y de alguno que otro italiano como tal vez lo fue Colón) declaró que todas las tierras vistas y no vistas de ese territorio desconocido iban a convertirse en la apetitosa guayaba del decadente murciélago que en ese entonces era la corona española y el laboratorio de fecundación in vitro de la ya estéril Iglesia Católica. Todo el mundo sabe qué pasó después de ese descubrimiento, engaño, esclavitud, cristianismo, sentimiento de inferioridad, explotación y muerte, y el consecuente enriquecimiento de las grandes potencias europeas España, Inglaterra, Portugal y Francia. Por lo anterio desde mi particular punto de vista no debería celebrarse este mentado día porque:
1) Si bien el hecho de que Colón viniera a estas tierras dio un giro a la historia del mundo, desde ningún punto de vista esto puede tenerse como un “descubrimiento”, es decir esta celebración parte de algo falso, porque únicamente descubre el que primero llega y en este caso, los verdaderos descubridores de estas tierras fueron nuestros pueblos. No hablaré más sobre el asunto.
2) Cómo puede hablarse de un “Día de la Raza”, sino se sabe a qué raza se refiere (en el caso de que pueda hablarse de raza de humanos como si fuesen chuchos o gatos), ¿día de la raza opresora u oprimida?, tampoco entiendo como puede conmemorarse un día que marcó a punta de látigo el destino de cientos de miles de almas, porque si ese es el objetivo de la celebración porque no también celebrar el aniversario del primer exterminio judío en Auschwitz.
Aterrizando un poco en todo este rollo y volviéndolo el asunto más local creo que no puede celebrarse el “Día de la Raza” ni tan siquiera la Navidad, cuando en países como Guatemala, cientos de campesinos salen a las vías públicas a reclamar por sus derechos y el cumplimiento de promesas hechas por el Estado, y un loco viene y dispara contra los manifestantes por los simples motivos de que se le dio la gana hacerlo y porque estaban estorbando el paso en la carretera, cegando la vida una persona e hiriendo gravemente a dos, y lo más increíble de todo, sin que fuera capturado. Frente a esta penosa situación es cuando uno se pregunta dónde diablos está la CICIG y los grupos de derechos (humanos, ciudadanos o lo que sea), es acaso que no les interesa el campesino pobre y necesitado; y los medios de comunicación dónde están para manifestar y denunciar la triste situación en que se encuentran los hombres y mujeres del campo, pues prefieren hablar de la visita de Uribe que aceptar que en Guatemala no sólo está podrido el Estado sino también la mente de muchos guatemaltecos, sino como un ejemplo adicional la estúpida encuesta de Prensa Libre que pregunta: “¿Considera que los campesinos tienen razón al organizar protestas y bloqueos pues el Gobierno no ha cumplido los compromisos que asumió?” donde casi el 70% de lectores (obviamente casi todos chapines) respondió que “no están de acuerdo”. Saben que, indigna esa idiotez nacional que ha revelado esa encuesta porque es acaso que sólo hay razón de chingar el tránsito cuando muere alguien que tiene un apellido diferente como digamos “Rosemberg”, y que la vida de un vip vale más que la de 100 de nosotros los quishpinudos; es acaso que esos que contestaron que “no están de acuerdo” se les ha olvidado que nuestros campesinos se están muriendo de hambre, que no tienen la menor esperanza de un futuro, y que por el mismo descaro social es que tipos patológicamente imbéciles provenientes del extranjero como el llamado “El Monje” ya están organizando un anacrónico intento de guerrilla del siglo XXI en el país (sino creen pongan coco en el rumor que está corriendo respecto a por qué el servicio de energía eléctrica se vio afectado en todo el territorio nacional el domingo pasado, pues tal vez no fue cosa de la naturaleza sino algo muy del hombre como digamos: un sabotaje). Y luego porque hay resentimiento social, mareros y tanta violencia. Mientras sigamos tolerando estos abusos no nos quejemos.
Este tipo de actitudes son las que nos están llevando al abismo, no sólo el Estado con su gusanero es el que está pudriéndose, sino también nosotros, los ciudadanos comunes y corrientes. Que las deidades se apiaden de está rincón olvidado del mundo y yo ya me puse para trancazos.
(Imagen “Descubrimiento de América” de Salvador Dalí).
Hago un poco de historia, hace quinientos y pico de años, Cristóbal Colón desembarcó junto con su tripulación de bandoleros, granujas y mujeres que comprenden la soledad ajena, en las Bahamas y con soberana prepotencia (casi genética de la mayoría deespañoles y de alguno que otro italiano como tal vez lo fue Colón) declaró que todas las tierras vistas y no vistas de ese territorio desconocido iban a convertirse en la apetitosa guayaba del decadente murciélago que en ese entonces era la corona española y el laboratorio de fecundación in vitro de la ya estéril Iglesia Católica. Todo el mundo sabe qué pasó después de ese descubrimiento, engaño, esclavitud, cristianismo, sentimiento de inferioridad, explotación y muerte, y el consecuente enriquecimiento de las grandes potencias europeas España, Inglaterra, Portugal y Francia. Por lo anterio desde mi particular punto de vista no debería celebrarse este mentado día porque:
1) Si bien el hecho de que Colón viniera a estas tierras dio un giro a la historia del mundo, desde ningún punto de vista esto puede tenerse como un “descubrimiento”, es decir esta celebración parte de algo falso, porque únicamente descubre el que primero llega y en este caso, los verdaderos descubridores de estas tierras fueron nuestros pueblos. No hablaré más sobre el asunto.
2) Cómo puede hablarse de un “Día de la Raza”, sino se sabe a qué raza se refiere (en el caso de que pueda hablarse de raza de humanos como si fuesen chuchos o gatos), ¿día de la raza opresora u oprimida?, tampoco entiendo como puede conmemorarse un día que marcó a punta de látigo el destino de cientos de miles de almas, porque si ese es el objetivo de la celebración porque no también celebrar el aniversario del primer exterminio judío en Auschwitz.
Aterrizando un poco en todo este rollo y volviéndolo el asunto más local creo que no puede celebrarse el “Día de la Raza” ni tan siquiera la Navidad, cuando en países como Guatemala, cientos de campesinos salen a las vías públicas a reclamar por sus derechos y el cumplimiento de promesas hechas por el Estado, y un loco viene y dispara contra los manifestantes por los simples motivos de que se le dio la gana hacerlo y porque estaban estorbando el paso en la carretera, cegando la vida una persona e hiriendo gravemente a dos, y lo más increíble de todo, sin que fuera capturado. Frente a esta penosa situación es cuando uno se pregunta dónde diablos está la CICIG y los grupos de derechos (humanos, ciudadanos o lo que sea), es acaso que no les interesa el campesino pobre y necesitado; y los medios de comunicación dónde están para manifestar y denunciar la triste situación en que se encuentran los hombres y mujeres del campo, pues prefieren hablar de la visita de Uribe que aceptar que en Guatemala no sólo está podrido el Estado sino también la mente de muchos guatemaltecos, sino como un ejemplo adicional la estúpida encuesta de Prensa Libre que pregunta: “¿Considera que los campesinos tienen razón al organizar protestas y bloqueos pues el Gobierno no ha cumplido los compromisos que asumió?” donde casi el 70% de lectores (obviamente casi todos chapines) respondió que “no están de acuerdo”. Saben que, indigna esa idiotez nacional que ha revelado esa encuesta porque es acaso que sólo hay razón de chingar el tránsito cuando muere alguien que tiene un apellido diferente como digamos “Rosemberg”, y que la vida de un vip vale más que la de 100 de nosotros los quishpinudos; es acaso que esos que contestaron que “no están de acuerdo” se les ha olvidado que nuestros campesinos se están muriendo de hambre, que no tienen la menor esperanza de un futuro, y que por el mismo descaro social es que tipos patológicamente imbéciles provenientes del extranjero como el llamado “El Monje” ya están organizando un anacrónico intento de guerrilla del siglo XXI en el país (sino creen pongan coco en el rumor que está corriendo respecto a por qué el servicio de energía eléctrica se vio afectado en todo el territorio nacional el domingo pasado, pues tal vez no fue cosa de la naturaleza sino algo muy del hombre como digamos: un sabotaje). Y luego porque hay resentimiento social, mareros y tanta violencia. Mientras sigamos tolerando estos abusos no nos quejemos.
Este tipo de actitudes son las que nos están llevando al abismo, no sólo el Estado con su gusanero es el que está pudriéndose, sino también nosotros, los ciudadanos comunes y corrientes. Que las deidades se apiaden de está rincón olvidado del mundo y yo ya me puse para trancazos.
2 comentarios:
es interesante el comentario alusivo a Rosenberg que haces hoy en día, recuerdo que escuché una conversación tuya en mayo y tu perspectiva hacia el caso Rosenberg era muy diferente, es decir hoy en dia te pones del lado nuestro (pueblo) aunque la percepcion que tuve de ese dia fue que estabas a favor de la oligarquia. solo fue un comentario en ningun momento quiero crear polemica, gracias por tu tiempo Gerardo.
Edgar: Muchas gracias por estar al pendiente del blog y emitir tu opinión. Por el respeto que merece el comentario me gustaría decir que, tanto en ese entonces como ahora yo no estoy favor ni en contra de la “oligarquía” ni del “pueblo”, yo sólo estoy a favor de los guatemaltecos y en contra de todo aquello que mi conciencia dicte que no está bien aunque algunas veces no concuerde del todo con la conciencia de los demás.
Dividir a los guatemaltecos en oligarquía y pueblo, es una polarización subjetiva ya que al final de cuentas, ¿alguien puede delimitar de manera precisa el grupo de personas que pertenecen a la oligarquía o al pueblo?, hay quienes dicen que esto debe medirse a través de los ingresos económicos, o bien por las influencias políticas, grupo étnico, incluso hay quien ha dicho que oligarquía es todo aquel que haya culminado sus estudios de bachiller o universitarios, es decir, hablar de oligarquía-pueblo, burgueses- proletariado es algo muy subjetivo. Así que cuando menciono pueblo, no lo hago desde el punto de vista socialista, capitalista, etc., sino lo hago en el sentido de pueblo considerado como el conglomerado de habitantes del país, que en casos como Guatemala, casi es sinónimo de pobreza.
Recuerdo muy bien esos días turbulentos del caso Rosemberg, así como la indignación que sentíamos todos por ese asunto, sin embargo, si bien me identifiqué con todo eso no fue propiamente por que este ilustre Abogado fuera de tal o cual estrato social, sino fue porque su muerte vino a ser la gota que derramó el vaso, es decir, tanto esta gota como las que le antecedieron y han precedido, son y serán igualmente importantes ya que nos estamos refiriendo a vidas humanas que han sido cegadas de manera brutal y totalmente impune. Incluso en ese entonces exterioricé la idea un poco alucinada de que por cada muerte violenta debería de salir la población a la vía pública a protestar, postura que vuelvo a recalcar con esta entrada.
Una vez más, agradezco sobremanera el interés en este blog, espacio que también haces tuyo con tus valiosas posturas. Buena onda pue´.
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