domingo, 17 de julio de 2011

LA INSTITUCIONALIZACIÓN YONQUI

Ha empezado el debate en los países Latinoamericanos sobre la posibilidad de legalizar las drogas, esto en vista de que la violencia generada por este “gran negocio” es prácticamente incontenible y las fuerzas del Estado ya no dan para más, o al menos eso dicen los políticos; según los promotores de esta idea, legalizando las drogas, éstas se abaratarían y por lo mismo, desalentaría al crimen organizado y asimismo disminuirían los niveles de corrupción estatales.

El tema del la legalización de las drogas es novedad en América Latina, sin embargo, ya es tema antiguo en algunos países desarrollados, europeos principalmente; especialmente en cuanto a despenalizar la tenencia mínima de ciertas sustancias, consumo personal controlado y rehabilitación médica, sin embargo, no han abordado la verdadera problemática, que radica en qué hacer con el trasiego internacional de estar sustancias, sus productores y distribuidores, y adicciones.

Guatemala, por tratarse de un puente geográfico entre países productores y consumidores, innegablemente tendrá que jugar un papel trascendental sobre el desarrollo de esta propuesta de legalización de las drogas, por lo que es necesario plantearse la siguiente pregunta: ¿cómo Estado y sociedad qué tan preparados estamos para afrontar este asunto?. Para abordar este tema es necesario clarificar a que se refiere “legalizar las drogas”, ya que, legalizar las drogas no solamente se refiere a su consumo, como comúnmente se piensa, sino que también, a su producción, tráfico, distribución, inducción, tenencia, posesión, etc., y como corolario de todas estas acciones: el consumo, acciones que reunidas constituyen la narcoactividad, y por otro lado, los efectos colaterales, cuadros de violencia, efectos sobre la salud, sociedad y moralismo colectivo, y capacidad del Estado para atender este asunto y sus consecuencias a través de la prestación de los servicios públicos (salud, educación, seguridad, tributarios, etc.).

El tiempo corre, y mientras logramos como sociedad responder esta pregunta y el Estado cumplir su papel, muchas personas habrán muerto (narco-ajustes, sobredosis o por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado) y muchos otros se estarán enriqueciendo ilícitamente (delincuentes, autoridades y uno que otro comerciante).

El tema de la legalización de las drogas, es de urgencia nacional, sin embargo, por su complejidad no debería de esperarse que resulten soluciones inmediatas, ni en el presente ni en el siguiente gobierno, por lo que únicamente en este momento como ciudadanos debemos exigir que el Estado haga cumplir la leyes y tratados internacionales de manera estricta e inmediata, porque para eso es que existe.

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