Ha pasado una semana desde que aconteció uno de los escándalos más sonados de la pobre historia democrática de Guatemala, y las cosas más que convulsas han resultado desesperadas, incongruentes, contraproducentes y rídiculas para el Gobierno. No puedo evitar pensar que el actual Gobierno en vez de actuar responsablemente debido a la situación en que se encuentra su gestión, se ha opuesto abiertamente mediante el uso de sus influencias políticas a los hechos imputados en su contra. Todo parece como si nuestro Presidente no sólo ha iniciado una guerra abierta contra los hechos que se le imputan, sino también contra sus opositores políticos y el pueblo mismo. Para muestra algunas acciones inconsecuentes:
1) Reunión privada entre el Presidente de la República y el Fiscal General de Ministerio Público: todo parece indicar que el Presidente de la República no tiene el tiempo suficiente para echar un vistazo a las secciones de farándula de los noticieros, si sos una figura pública y te metes en problemas, tené por seguro que tendrás un nuevo ángel de la guarda llamado Paparazzi. Bien se nota que en su casa no le ensañaron bien que algunas veces es mejor que no te frecuenten ciertas amistades.
El máximo representante del Ministerio Público, jamás debe comprometer la imparcialidad y entereza de la entidad que representa, ya que la misma es la encargada, por designación expresa de la Constitución Política, de la persecución penal y del estricto cumplimiento de la ley. “Si el río suena es porque que piedras trae”, dice un viejo dicho popular, así que por salud institucional el Ministerio Público debe abstenerse de tener cualquier acercamiento con el Ejecutivo.
2) Declaraciones del Presidente ante los medios de comunicación que sólo muerto lo sacarán del cargo: quién dijo que sólo el querídisimo y ahora tan carismático George Bush mete las patas al hablar. Definitivamente debería establecerse como requisito esencial para optar a cualquier cargo público de elección popular saber leer y escribir o cuando menos, tener una pizca de sentido común, es acaso que ahora también la globalización importa y exporta necedad.
Un cargo público otorgado por el pueblo no es propiedad privada de nadie, pertenece al pueblo en ejercicio de su poder soberano. Así como el pueblo lo da así también puede revocarlo por los medios legales a la persona que se le otorgó. Así que, quien diga “sólo muerto me sacarán del cargo” deberá pensar dos veces lo que dice y leer un poco la Constitución Política de Guatemala y libros de Ciencias Políticas, ojo no politiquería ni el Principe de Maquiavelo.
3) Detención de un twittero bajo la imputación de pánico financiero: bien dicen que, quien pega primero pega dos veces, los brillantes asesores jurídicos del Estado y la Fiscalía del Ministerio Público, definitivamente son secciones gubernamentales totalmente anacrónicas, jamás se imaginaron que si hay algo que enciende en colera a la red, es cualquier intento de limitación del derecho a la información y expresión, y que sus usuarios son despiadados difusores de información pura y mejor si esta resulta prohíbida. Ellos quisieron evitar un supuesto pánico local y solamente obtuvieron un nuevo rídiculo mundial, porque lo que una vez es puesto en la red ningún dios del Olimpo podrá ignorarlo.
El mentado delito de pánico financiero (artículo 342 “B” Código Penal), fue creado con el propósito de contrarrestar el descalabro financiero bancario que se vivió en el país hasta hace relativamente poco, considero que en el momento de su tipificación jamás se buscó restringir el derecho de libertad de expresión. Las opiniones jamás deben ser castigadas, sino todo lo contrario, deben ser propiciadas porque sólo así se inician los diálogos.
Esperemos que la decisión judicial final respecto a este asunto no tenga nada que ver con los supuestos fines intimidatorios del Gobierno, aunque en estos tiempos, no se sabe si la justicia se ha ido de vacaciones.
4) Reunión de todos de alcaldes y gobernadores bajo la excusa que apoyan la gestión de Colom: "Señor Presidente Colom, somos sus ojos en el interior del país....", creo que lo que olvidaron decir es que también son sus orejas y su boca, porque una vez concluida está reunión no hubo jefe municipal ni departamental que se resistiera a salir frente a las cámaras contando el motivo por el cual fueron convocados.
Esta pantomima le costó al Estado aproximadamente Q. 300,000.00 o al menos eso han querido decir (incluidos vuelos privados, hospedaje, hartazón y chupe). Será que la Ley de Libre Acceso a la Información podrá aclarar el monto exacto.
5) Organización de manifestaciones masivas apoyando al Gobierno: utilizar a las masas más necesitadas para fines políticos es definitivamente una cobardía, y más, si se amenaza a esa pobre gente que el Gobierno los dejará en el abandono si no hacen lo que les pide. Amigos, el Estado tiene la obligación de atender sus necesidades, participen o no en actividades político partidistas.
¿Estas manifestaciones masivas son legítimas?, la razón y los hechos dejan entredicho la entereza del Gobierno en su organización. Si los recursos estatales están siendo malgastados es una buena oportunidad para demostrar la calidad de la madera con que está hecha la Ley de Libre Acceso a la Información, según algunos rumores, la inútil campaña pro gobierno lleva ya Q. 21.3 millones malgastados.
6) Propiciar con poco éxito la confrontación entre simpatizantes del gobierno y opositores: por sentido común jamás se debe juntar pólvora y luego jugar con un fósforo, porque de lo contrario, o te volas los dedos o los bolas, pero de que te pasa algo te pasa.
Qué Estado que se haga llamar de Derecho se puede permitir que dos grupos opuestos (uno legítimo y otro comprado) se congreguen masivamente en un mismo sitio, a pocos metros, y al mismo tiempo, sin contar con la más mínima medida de seguridad o presencia de agentes del orden público. ¿Se busca acaso una confrontación violenta y deslegitimadora del clamor popular? la pregunta es totalmente necia. Creo que en este mismo momento alguien se está somatando la cabeza por haber derogado un Estado de Calamidad Pública.
¡¿Ahora qué más debemos esperar?!
(Imagen encontrada en www.google.com, sin nombre de autor)
1 comentario:
Estoy totalmente de acuerdo, especialmente cuando mencionas que debería establecer como requisito esencial para optar a un cargo público, saber leer y escribir.
En definitiva Colom ha perdido la cabeza, puesto que se está enemistando con todos los sectores de la sociedad... Muy mala idea señor Colom... Yo siempre pensé que su problema del habla se debia a deficiencias físicas, pero ahora me doy cuenta que se debe a deficiencias mentales.
Al parecer Colom no sabe que el gobierno es del pueblo y para el pueblo. Me parece lamentable que realize declaraciones afirmando que "solo muerto" lo sacarán de Palacio de Gobierno.
¡¿Ahora qué más debemos esperar?!
lo que podemos esperar, teniendo en cuenta el limitado raciocinio de estas personas, es que: "Junten polvora y despues juegen con un fosforo; y seguramente o se vuelan los dedos, o se vuelan las bolas..."
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