jueves, 3 de septiembre de 2009

LA EPIDEMIA SILENCIOSA.


Amig@s, como ustedes se han podido dar cuenta a lo largo de las diferentes entradas que he subido a este blog, este proyecto se ha convertido en un espacio de formación e intercambio de opiniones sobre aspectos políticos y sociales. El día de hoy romperé un poco esta rutina, y hablaré de un tema que muchos ignoran pero que también muchos padecen personalmente o conocen a alguien que sí, y es la Depresión.

Por qué he decidido hablar de la depresión, pues es porque algo dentro de mi me dice que debo hacerlo y por otro lado porque según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el marco de la celebración de la Primer Cumbre Global de la Salud Mental en Atenas, Grecia, en 20 años la depresión será la enfermedad que más padecerán los seres humanos, razón por la cual se ha bautizado a este fenómeno como la “Epidemia Silenciosa” ya que muchas personas que la padecen no la reconocen o bien no aceptan que la están sufriendo. Amig@s, estos pronósticos de la OMS son algo serio, imagínense hoy, cuando todavía la depresión no es una enfermedad tan extendida, provoca directa o indirectamente 800 mil suicidios al año, cuántos suicidas habrán en 20 años, será el triple o el cuádruple cuanto menos, y ojo, es muy probable que dentro de este triste grupo se vaya a encontrar algún ser querido o algún cercano amigo.

La depresión es un estado de abatimiento e infelicidad que puede ser temporal o permanente. La persona aquejada de depresión no necesariamente siente tristeza, ya que la depresión también puede manifestarse como una pérdida de interés y de capacidad para disfrutar las diferentes actividades de la vida. El origen de la depresión puede ser muy variado: 1) Estrés; 2) Sentimientos (decepciones afectivas, acontecimientos trágicos), 3) Consumo excesivo de alcohol u otras sustancias nocivas; 4) Predisposición genética; 5) Desbalances bioquímicos en el cerebro y hormonales.

Debido a esta multiplicidad de “detonantes” de la depresión, los psiquiatras han establecido clases (sólo hablaré de las principales): 1) Depresión Grave: es aquella depresión que interfiere permanentemente toda capacidad para realizar alguna actividad que antes resultaba placentera o bien normal, existe un desinterés absoluto hacia la vida; 2) Distímica: este tipo de depresión sólo interfiere con la realización de una o algunas actividades del individuo; 3) Depresión Postparto: este tipo de depresión la padecen entre un 10% a un 15% de la mujeres que acaban de dar a luz, tiene un origen hormonal; 4) Trastorno Afectivo Estacional: se caracteriza por ser una depresión que se padece durante los meses del invierno, probablemente se debe a la disminución de luz solar. Las principales consecuencias de padecer cualquiera de estos tipos de depresión pueden ser desde una disminución del rendimiento normal en las actividades diarias hasta el suicidio en casos extremos.

Ahora que ya tenemos una idea de las clases de depresión es necesario que establezcamos algunos de los síntomas que caracterizan a esta enfermedad, los cuales deben de permanecer por lo menos 2 semanas o más para ser considerados como verdaderos síntomas: 1) Sensación constante de tristeza sin ninguna causa aparente; 2) Desgano y cansancio físico frente a cualquier actividad cotidiana y/o placentera; 3) Ansiedad; 4) Alteración del sueño (insomnio o dormir demasiado); 5) Alteración del pensamiento y del comportamiento (actitudes negativas, derrotistas, imaginar enfermedades, poca concentración, recordar acontecimientos tristes, etc.); 6) Dolores y malestares persistentes (dolores de cabeza, cólicos, problemas digestivos, etc.); 7) Pérdida de apetito; 8) Pensamientos y conductas suicidas. No necesariamente deben concurrir todos los síntomas para padecer depresión.

Si se padece uno o varios de los síntomas antes indicados, se debe acudir inmediatamente al médico, ya que algunas veces puede ser que no se trate de depresión sino de algún trastorno de la tiroides que puede provocar los mismos síntomas. Pero, si el médico determina, a través de exámenes físicos y simples test, que se esta padeciendo de depresión, ésta, dependiendo de la gravedad, puede ser tratada con: 1) Antidepresivos: normalizan las sustancias químicas del cerebro llamadas neurotransmisores. Únicamente son vendidos bajo prescripción médica y tardan aproximadamente 4 semanas en surtir pleno efecto. 2) Psicoterapia: una serie de sesiones con algún profesional de la psicología. 3) Terapia electroconvulsiva: únicamente se utiliza en casos muy graves de depresión, actualmente este tipo de terapia se realiza a través de ínfimos choques eléctricos sobre el paciente.

Ahora que ya conocemos los aspectos más generales de la depresión es momento de hablar respecto a acciones concretas frente a un estado depresivo ya sea de algún ser querido o bien nuestro. En el caso de que sea un amigo o ser querido el que se encuentre en un estado depresivo debemos: 1) Ofrecerle apoyo emocional, comprensión, paciencia, y ánimo; 2) Escucharlo con atención; 3) No desacreditar sus sentimientos, pero hacerle entender la realidad; 4) Dar esperanza de que toda las dificultades serán superadas; 5) No ignorar por ningún motivo algún comentario suicida; 6) Realizar actividades novedosas, sin caer en exigencias; 7) No dejar sola a la persona por ningún motivo si ésta entra en una crisis severa y pedir ayuda. En el caso de que nosotros mismos somos los que estamos deprimidos: 1) Realizar alguna actividad o ejercicio físico; 2) Fijar prioridades y metas realistas; 3) Pasar más tiempo con personas de confianza; 4) Tener pensamientos positivos; 5) Estar consciente que el estado anímico ira mejorando poco a poco y no en un abrir y cerrar de ojos.

Amig@s, espero que esta entrada resulte lo suficientemente ilustrativa y útil frente a cualquier bajón de ánimo que esté durando más de lo debido, y quien quita, de repente y con estos datos ustedes podrán evitar que algún ser querido se sumerja en la depresión y pueda cometer algún acto suicida.

Hasta la próxima.

(Imagen pintura El Coloso, Goya).

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