“Yo iba en el carro, de repente vi por el retrovisor unos luces altas, me ahueve, seguí avanzando, de repente un sonido de sirena y unas luces intermitentes, puchis me ahueve más, seguí avanzando, otra vez el sonido de una sirena y un cambio de luces, a la gran diabla, son los chontes que quieren fregarme, voy a tener que parar…. Diga jefe, ¿todo bien?….” (palabras textuales de Juan Chapín).
En Guatemala es un secreto a voces, que digo a gritos, la corrupción de los empleados públicos, destacando dentro de ese selecto grupo el de los policías nacionales. Cuántas historias rondan sobre la desfachatez policiaca para pedir “la mordida” cuando detienen con o sin justa razón, y cuántas historias las complementan agregando uno que otro detalle al modus operandi de nuestros agentes de seguridad pública, porque hay quienes tienen, para que negarlo, su estilo para pedir “la mordida”, por un lado tenemos: el profesional: “si quiere irse tendrá que dar un honorario”; el deshidratado: “qué va haber para las agüitas”; el moralista: “si le pido algo, después va a estar diciendo que los policías somos mala gente”; el solidario: “usted me ayuda, yo le ayudo”; el descarado: “¿qué se va a dar?”; el abogado: “según la ley de bosques, debería de llevar puesto cinturón de seguridad”; el fatalista: “hoy si se lo llevó la chingada”; el indeciso: “que dice usted, ¿será que lo dejamos ir?”; el tecnológico: “no se tiene por ahí un celular, una camarita, no sé…?; el cuate: “yo lo dejo ir porque se mira que usted es buena gente pero me tiene que invitar a algo”; el guía: “vamos al cajero que está a una cuadra”; el copiloto: “déjeme entrar y ahí platicamos”…. y así podría hacer una lista interminable. Es triste pero es la cruda realidad nacional.
Algunas veces fantaseo y creo que para terminar con la corrupción policiaca en Guatemala se tiene que aplicar la psicología inversa, es decir, ya que nuestros policías, salvo honrosas excepciones, son los primeros en incumplir la ley, por qué no emitir una ley a favor de la mordida, es simple lógica, está ley no se cumpliría tampoco y los policías actuarían contra la mordida, pero esto es demasiado pedir, así que me voy a una fantasía un poco más posible para combatir la corrupción policiaca, el Gobierno debería de considerar la posibilidad de comprar Robocops y Terminators.
(Imagen tomada de http://chiapas.indymedia.org)
En Guatemala es un secreto a voces, que digo a gritos, la corrupción de los empleados públicos, destacando dentro de ese selecto grupo el de los policías nacionales. Cuántas historias rondan sobre la desfachatez policiaca para pedir “la mordida” cuando detienen con o sin justa razón, y cuántas historias las complementan agregando uno que otro detalle al modus operandi de nuestros agentes de seguridad pública, porque hay quienes tienen, para que negarlo, su estilo para pedir “la mordida”, por un lado tenemos: el profesional: “si quiere irse tendrá que dar un honorario”; el deshidratado: “qué va haber para las agüitas”; el moralista: “si le pido algo, después va a estar diciendo que los policías somos mala gente”; el solidario: “usted me ayuda, yo le ayudo”; el descarado: “¿qué se va a dar?”; el abogado: “según la ley de bosques, debería de llevar puesto cinturón de seguridad”; el fatalista: “hoy si se lo llevó la chingada”; el indeciso: “que dice usted, ¿será que lo dejamos ir?”; el tecnológico: “no se tiene por ahí un celular, una camarita, no sé…?; el cuate: “yo lo dejo ir porque se mira que usted es buena gente pero me tiene que invitar a algo”; el guía: “vamos al cajero que está a una cuadra”; el copiloto: “déjeme entrar y ahí platicamos”…. y así podría hacer una lista interminable. Es triste pero es la cruda realidad nacional.
Algunas veces fantaseo y creo que para terminar con la corrupción policiaca en Guatemala se tiene que aplicar la psicología inversa, es decir, ya que nuestros policías, salvo honrosas excepciones, son los primeros en incumplir la ley, por qué no emitir una ley a favor de la mordida, es simple lógica, está ley no se cumpliría tampoco y los policías actuarían contra la mordida, pero esto es demasiado pedir, así que me voy a una fantasía un poco más posible para combatir la corrupción policiaca, el Gobierno debería de considerar la posibilidad de comprar Robocops y Terminators.
(Imagen tomada de http://chiapas.indymedia.org)
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